top of page

Nuestro concurso de cortos, aunque tenía tema libre, algún alumno aprovechó la temática trabajada este curso dentro del proyecto Las sinsombrero para realizar un interesante trabajo que recrea el motivo y la época.

CONCURSOS

El concurso literario de microrrelatos, que venimos realizando anualmente, este año se centró en el motivo del sombrero,  en relación a nuestra participación en el proyecto de "Las mujeres del 27"; por eso, jugábamos con la idea de "poner  o quitar el sombrero". 

Microrrelato ganador del concurso en la categoría de 1º y 2º de la ESO: Irene Amengual (2º A)

 

EL COMIENZO DEL FIN

 

Y silencio. Sólo silencio. En ese calabozo, sólo podía pensar en aquella tarde. Pero, para su sorpresa, no con arrepentimiento sino con inmenso bienestar. Las imágenes se repetían y repetían, una y otra vez en su cabeza. Él, un mísero esclavo, se había atrevido a enfrentarse a aquel soldado, asestándole un manotazo en la cabeza y arrancándole aquel estúpido sombrero. Ahora oía cómo la puerta se abría y cómo su final llegaba. Pero sólo sentía tranquilidad, y la sensación de que aquello sólo acababa de empezar.

Microrrelato ganador del concurso en la categoría de 3º y 4º de la ESO: Adhis Esther Molinas Molinas (4º C)

 

LA SUERTE DE TU ASESINA

 

El  suelo no sabía a gloria precisamente.

 

Con esfuerzo conseguí incorporarme para informar a los presentes de que me encontraba bien.

“Muy pocos sobreviven a accidentes de esta proporción”, pensé, mientras asombrada contemplaba dos cuerpos que no habían corrido la misma suerte que yo.

Una pena. Echaría de menos sus gritos. Sobre todo, los del chico con sombrero.

Le dije que, en cuanto consiguiese matarlo, me lo quedaría; así que me pongo el sombrero y, sin duda, me sienta mejor que a él.

Solo espero que el siguiente tenga mejor gusto.

 

Microrrelato ganador del concurso en la categoría de 1º y 2º de Bachillerato: Sara Candela (2º BTC )

 

ME PONGO EL SOMBRERO

Empieza la función.

Me pongo el sombrero y por fin podemos ser nosotras. ¿Qué chorrada esto de esconderse verdad? Ese miedo a que nos pillen con la boca abierta (de tanto usarla), como si no fuera normal, como si tú nunca hubieras besado. Sin embargo, no os culpo. Yo tampoco entendía qué tenían esas despedidas a escondidas que no hacían más que quisiera despedirme tantas veces. Aunque siempre acabara  regresando. No había nada más bonito que me pusiera el pelo tras la oreja y se acercase a ella. Me dijera que para siempre era mucho tiempo pero que ya se había parado al ver mi sonrisa. Así que, ¿qué importaba? Si el tiempo no corría en nuestra contra, solo podría correr(se) a nuestro favor. Me hacía crecer las alas cada día. ¿Cómo no iba entonces a perder la cabeza?  Ahora que nadie nos veía solo podíamos subir hacia arriba. Yo con este miedo a las alturas y tú queriendo hacerme volar. O simplemente hacérmelo. Tampoco hay mucha diferencia. Total, estábamos a punto de tocar el cielo y todo iba sobre... ¿Ruedas? ¿Alas? ¿Sombreros? Sinceramente nadie sabía que iba a llegar un momento donde el tiempo sí se corriese. Acabó mojándolo todo y ya no nos salvaba ni el mejor paracaídas. Tuvimos la mala suerte de perder lo único que nos mantenía a flote.

Perdimos el sombrero.

Se cierra el telón.

bottom of page